En el marco de una visita a las Comunidades de Sant'Egidio de Alemania, Marco Impagliazzo visita un campo de primera acogida de la ciudad de Würzburg. Unos trescientos refugiados, casi todos musulmanes provenientes de Siria (también hay algunos afganos e iraquíes), están acogidos en dos grandes palacios de deportes situados en una zona que anteriormente albergaba una base militar americana. Las condiciones de los refugiados son difíciles: la zona está bastante alejada de la ciudad y es una zona en obras para construir la nueva ciudad universitaria. La gestión de los refugiados está en manos de algunos extranjeros que tienen evidentes dificultades de comunicación, pues no hablan ni inglés ni árabe ni alemán. El espacio es reducido y hay pocos servicios. Familias, mujeres, niños y menores no acompañados conviven desde hace unos tres meses en dos grandes salas, sin separación, locales para las comidas u otros espacios comunes.
La Comunidad de Sant'Egidio visita habitualmente el campo y organiza cursos de lengua alemana y actividades de animación, para lo que involucra también a los estudiantes de la cercana ciudad universitaria. Algunos refugiados han recibido ayuda en forma de visitas y asistencia médicas. También para los niños, que no pueden ir a la escuela o a la guardería, la Comunidad organiza fiestas y actividades de alfabetización.
Marco Impagliazzo, acompañado por una delegación de la Comunidad de Sant'Egidio, fue recibido con gran atención por los refugiados que le dieron las gracias por estar allí y por la ayuda de Sant'Egidio desde los primeros días. Muchos de ellos han explicado su viaje dramático y sus dificultades. Algunos inmigrantes han ayudado en el servicio a los ancianos de residencias. Hacerles participar en la ayuda a los ancianos es parte del trabajo de Sant'Egidio por la integración. Muchos de los refugiados, a pesar de las evidentes dificultades con las que se encuentran, han expresado su agradecimiento a Alemania y su deseo de integrarse pronto en el país..
|