Se han inaugurado en Tirana dos casas familia de la Comunidad de Sant’Egidio para discapacitados psiquiátricos y mentales antiguamente ingresados en la sección de crónicos del hospital psiquiátrico (hoy cerrado). Asistieron a la inauguración los ministros de bienestar y de sanidad del Gobierno albanés y el presidente de la Comunidad de Sant’Egidio Marco Impagliazzo. Los dos centros acogerán en total a dieciséis personas, asistidas por personal médico y enfermero, que gracias a la dedicación y a la amistad de personas de la Comunidad de Sant’Egidio, están experimentando con éxito "un modo nuevo, más digno, más humano y eficaz de garantizar la salud mental", como dijo Marco Impagliazzo en su intervención en la ceremonia.
La Comunidad de Sant’Egidio está en Albania desde hace 23 años. Se trata de una presencia arraigada junto a los pobres, los niños, los ancianos, con actuaciones de carácter formativo, sanitario y de solidaridad. Impagliazzo destacó también que Albania será la meta, el próximo 21 de septiembre, del primer viaje del papa Francisco a un país europeo.
"Todo puede cambiar", destacó el presidente de Sant'Egidio repasando la larga historia que llevó a cerrar el hospital y posteriormente a acoger a los enfermos en las dos viviendas "pensadas en una perspectiva de inserción y de inclusión la vida del barrio, en una perspectiva de liberación". Otros antiguos ingresados de la sección psiquiátrica volvieron con sus familias. En definitiva, "una historia extraordinaria de amistad y de fidelidad", que empieza en 1991, cuando algunos de la Comunidad de Sant’Egidio visitan el hospital psiquiátrico y quedan sorprendidos por la grave situación de la sección de crónicos y decidieron trabajar para recuperar a los pacientes, para los que hoy se ha hecho realidad lo que Impagliazzo definió como "un sueño de liberación".
Y "Todo puede cambiar", una frase de san Juan Pablo II, ha sido también el tema de un congreso sobre los "Nuevos caminos para la salud mental en Albania" que ha precedido a la inauguración de hoy. En la sede del ministerio de Sanidad intervinieron representantes gubernamentales, el embajador italiano en Tirana, Gaiani, y mons. Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la familia, que fue el primer sacerdote católico que se reunió con los dirigentes albaneses al inicio de los años noventa, y que evocó los primeros pasos de una relación ya consolidada. |