La monumental basílica romana de Santa María in Trastevere volvió a convertirse hoy, como todas los días de Navidad desde 1982, en un gran comedor, donde la comunidad católica de San'Egidio distribuyó 500 almuerzos a otros tantos pobres de Roma.
Los pobres -inmigrantes, ancianos solos y familias sin recursos- disfrutaron de una comida servida por un centenar de voluntarios, que llevaron hasta sus mesas el típico almuerzo romano de esta jornada: lasaña al horno, "polpettine" (albóndigas) de carne, pastel de patata, lentejas, dulces de Navidad, fruta y spumante, el vino espumoso italiano.
El alcalde Roma, Gianni Alemanno, y su esposa, Isabella Rauti, asistieron al almuerzo navideño y afirmaron que para ellos esta es la Navidad "más auténtica".
También acudió la presidenta de la Región Lazio, cuya capital es Roma, Renata Polverini, que manifestó que hoy fue el día más bonito del año y que es muy importante que los necesitados sientan a las instituciones cercanas.
Un "Babbo natale" (Papa Noel) entregó regalos a los asistentes, entre ellos bufandas, guantes, abrigos, zapatos y otras prendas de vestir.
Además de la basílica, Sant'Egido distribuyó también comidas en otras iglesias, centros sociales para la tercera edad, hospitales, casas particulares, cárceles.
La comunidad, que mantiene esta iniciativa caritativa desde 1982, también sirvió almuerzos en otras partes de Italia, entre ellas Génovas, donde ofreció comida a más de 4.000 personas, muchas de ellas musulmanes. EFE