Varias veces hemos explicado las condiciones de vida extremamente difíciles de las cárceles africanas, muchas veces superpobladas, sin un número suficiente de camas, sin medicamentos, alimentos o en algún caso incluso sin agua para lavarse. Una de estas cárceles es la cárcel central de Duala, en Camerún, donde el mes pasado la situación se agravó tras un incendio en el que perdieron la vida dos personas, que devastó una ala entera de la cárcel dejando a más de 700 personas por el suelo del patio de la cárcel.
La Comunidad de Sant'Egidio de Duala visita habitualmente a los detenidos, y hace años que lleva a la cárcel ayuda y productos de primera necesidad. La semana pasada se repartieron colchones a los detenidos que se veían obligados a dormir al aire libre. Un gesto de solidaridad que quiere contribuir a mejorar las condiciones extremamente precarias en las que viven. |