Una emotiva conmemoración en Villa Literno, en la tumba de Jerry Essan Masslo, refugiado sudafricano acogido en Italia por la Comunidad de Sant’Egidio y asesinado el 24 de agosto de 1989, inauguró los días de reflexión sobre el tema de los "Nuevos europeos" en Italia y en Campania, organizados por la Comunidad de Sant’Egidio los días 8 y 9 de mayo.
Había muchos estudiantes de Villa Literno, de Scampia y de Nápoles, junto a numerosos representantes del Movimiento de Gente de Paz de la Comunidad de Sant’Egidio, provenientes de Nápoles, Roma y de otras ciudades de Italia.
Europeos y nuevos europeos pueden convivir
Daniela Pompei, responsable de Sant'Egidio del servicio a los inmigrantes, recordó que la muerte de Jerry Masslo marcó un cambio en la historia de la inmigración en Italia: convivir entre gente diferente se convierte en una oportunidad de desarrollo: "En estos 25 años ha cambiado muchos, en Villa Literno y no solo allí, una sociedad nueva ha empezado y debe continuar creciendo. Europeos y nuevos europeos pueden convivir".
“Nuevos europeos en Italia y en Campania": congreso de dos días de estudio en Nápoles sobre el tema de los migrantes Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, afirmó que "no se puede vivir la inmigración como una amenaza. Es el momento de construir una nueva casa común europea". "Es el momento de decir gracias a Jerry Masslo y a muchos que trabajan y ayudan a nuestro país, a muchos nuevos italianos y nuevos europeos; su presencia nos indica un futuro común de paz y convivencia”.
De la emergencia humanitaria a la construcción de una nueva casa europea
Daniela Pompei, recordando la historia de Jerry Masslo, la convirtió en la clave de lectura de la historia de la inmigración en Italia. Su muerte representó un punto de inflexión en la historia de nuestro país algo en Italia ha cambiado en los últimos 25 años, desde la abolición de la cláusula geográfica para los refugiados en el Texto único sobre la inmigración hasta la operación Mare Nostrum, gracias a la cual la Marina militar ha salvado a miles de personas en el Mediterráneo. "Hoy –concluyó– en Europa se necesita, como en 1989, algo que sacuda las conciencias, una cultura nueva, una inteligencia normativa y una visión de Europa y del mundo menos asustada, más abierta al futuro, más abierta a los hombres y a las mujeres que buscan refugio y paz”.
El profesor Salvatore Strozza, demógrafo, repasando la historia de los flujos migratorios en nuestro país, afirmó que vivimos en una sociedad multiétnica y multicultural y a partir de eso debemos pensar en el futuro. La inmigración en parte ha cambiado y hoy hay que afrontar el tema de la inserción escolar y de la nacionalidad.
Gino Battaglia explicó las tragedias de los grandes viajes por el desierto y por el mar para llegar a Europa recordando entre otras cosas que sin la institución de corredores humanitarios los muertos en el mar no disminuirán.
Alessandro Triulzi, experto y estudioso de África, ante las historias y las tragedias de la inmigración, reafirmó la necesidad de escandalizarse, como ha dicho el papa Francisco. La inmigración es un desafío que debemos afrontar para construir realmente un futuro común.
El cardenal Sepe, que intervino en el Congreso, dando las gracias a la Comunidad de Sant’Egidio por haber organizado un encuentro de reflexión tan importante, destacó que esta "sociedad plural" de la que hemos hablado es una realidad que nos pertenece y en la que tenemos que aprender a vivir. Jerry Masslo, como todos los que han muerto persiguiendo el sueño de un futuro mejor, se convierten en testimonios que interrogan la conciencia de todos, incluso de aquellos que no tienen conciencia. Su muerte hizo que nuestra sociedad diera un paso fundamental. "Espero que de Jerry y de todos ellos, podamos aprender a ser más humanos y que nos consideremos hermanos y hermanas de una misma familia humana”.
Algunas propuestas para Italia y para Europa
Concluyendo, Marco Impagliazzo presentó algunas propuestas de la Comunidad de Sant’Egidio para hacer frente a la nueva situación de la inmigración en Italia y en Europa, en vista también del semestre europeo de presidencia italiana:
• Mantener la operación Mare Nostrum pidiendo a la Unión Europea que la apoye y la refuerce.
• Una cabina de dirección para un sistema de acogida eficaz para los solicitantes de asilo y los refugiados a través de un organismo central para organizar la acogida en todo el territorio nacional y europeo.
• Crear una oficina europea del asilado y de la inmigración en los países de tránsito, abriendo oficinas europeas para la inmigración en algunos países de la cuenca meridional del Mediterráneo para abrir un canal humanitario para los refugiados.
• Solidaridad europea en la nueva geografía del asilo, tal como determinan los artículos 67 y 80 del Tratado sobre el funcionamiento de la Unión que en materia de inmigración y de asilo hablan de "principio de solidaridad y de repartición igualitaria de responsabilidades entre los Estados miembros". Cambiar el denominado "Sistema Dublín". Solidaridad necesaria en consideración del hecho que de los refugiados que llegaron a Italia en 2013 y en esta primera parte de 2014, aproximadamente el 45% prefirió continuar su viaje hacia otros países europeos.
• Cooperación eficaz para hacer realidad la integración euroafricana. La cooperación con África, sobre todo en los países de proveniencia, constituye la respuesta más a largo plazo a las actuales situaciones de emergencia humanitaria y a los flujos de los refugiados. |