ROMA - Estos días se ha hablado demasiado de "degradación", término que se ha asociado, más o menos abiertamente, a la presencia de refugiados en las costas italianas, personas que huyen de guerras y de situaciones de vida imposibles en algunos países de Oriente Medio y de África. Se trata de palabras graves, alimentadas por el poco conocimiento de la realidad, y a veces pronunciadas por quien, por deber institucional o político, debería preocuparse de gestionar la acogida de manera sostenible.

Europa, empezando por los países más grandes y de mayor peso, está demostrando ser corta de miras e inhumana ante un fenómeno que se puede gestionar con menos miedo, mayor atención y más humanidad. La opinión pública italiana se muestra desconcertada ante quien grita, injustamente, contra la invasión y contra los ayuntamientos, que cierran sus puertas, mientras Roma está sumida en la operación Mafia Capital que utiliza a los pobres en lugar de servirlos.

Es necesario poner fin a una peligrosa deriva en las relaciones sociales: los más débiles deben ser defendidos, y no instrumentalizados. Hay que dar voz no solo a aquellos que reaccionan ante el rechazo, sino a todos aquellos italianos que en este tiempo, con gran generosidad, están dando su tiempo y su solidaridad a quien llega del sur del mundo.

Por eso nos unimos al papa Francisco, que hoy invita a todos a "pedir perdón" por aquellos que cierran las puertas a los refugiados y pide a la comunidad internacional que intervenga "para evitar las causas de las migraciones forzadas".

La Comunidad de Sant’Egidio hará públicas sus propuestas mañana a las 17.30 h en la Basilíca de Santa Maria in Trastevere donde, poco después, se celebrará –junto a todas las asociaciones que acogen a refugiados y al cardenal Antonio Maria Vegliò– la oración "Morir de esperanza", en recuerdo de todos los que han desaparecido en el mar en los últimos años, la vigilia del Día Mundial del refugiado, para que los que huyen de la guerra y del hambre no se vean condenados nunca más a arriesgar su vida.