El parlamento de Guinea aprobó ayer una reforma del código penal que abre el camino a la total abolición de la pena de muerte del ordenamiento jurídico. El ministro de Justicia, Cheik Sako, en declaraciones a "Radio France Internationale", afirmó que la República de Guinea, que no lleva a cabo ninguna ejecución desde 2002, pasa de "una moratoria de facto a una moratoria de derecho”.
"Hemos hecho un importante avance hacia la definitiva cancelación de la pena capital", dijo por teléfono el ministro de Justicia de Guinea a Mauro Garofalo, responsable de relaciones externas de la Comunidad de Sant'Egidio.
Para el ministro Sako, asiduo participante de los congresos de ministros de justicia organizados por Sant'Egidio para facilitar el proceso de abolición en varios países africanos y asiáticos, "el amplio consenso parlamentario que ha logrado la propuesta de revisión del código penal se debe a un proceso de maduración, y los congresos de Sant'Egidio han sido un destacado incentivo en dicho proceso. Asimismo representa un dato alentador para aquellos que, como las autoridades guineanas, han emprendido con convicción este camino".
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