Jóvenes de varios países europeos (Alemania, Francia, Bélgica, Italia, España, Portugal, Holanda y Suecia) se han reunido en Asís del 27 al 30 de diciembre para hacer una peregrinación tras los pasos de san Francisco, peregrinación que culminó el miércoles 29 de diciembre con una marcha de antorchas de atravesó la ciudad..
Al finalizar, los jóvenes firmaron un llamamiento en el que se comprometían a difundir en Europa una nueva cultura de paz, de convivencia y de amistad con todos, especialmente, con los más pobres.
El llamamiento
Nosotros, jóvenes europeos de Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Austria, Holanda, España, Portugal y Suecia, hemos sido convocados por la Comunidad de Sant’Egidio en Asís, ciudad de paz, ciudad de san Francisco.
En una Europa cada vez más cerrada que construye sus muros y en la que los pobres tienen cada vez menos espacio y menos atención, Francisco nos llama a defender y a amar a los pobres. Nos llama a no resignarnos frente al pesimismo imperante que nos hace decir que no podemos hacer nada. Su ejemplo nos anima a asumir nuestra responsabilidad personal y a creer en la fuerza débil del Evangelio.
25 años después del encuentro histórico de Asís entre Juan Pablo II y los líderes de las religiones mundiales, queremos unirnos al llamamiento de paz y de diálogo que empezó aquí y que año tras año la Comunidad de Sant’Egidio continuó por Europa y por el mundo. Ahora más que nunca el mundo necesita el “espíritu de Asís”, un espíritu de paz, de amistad y de diálogo. Con esta convicción miramos hacia delante, hacia la próxima “Oración por la paz” que se celebrará en septiembre de 2011 en Munich que, diez años después de los atentados del once de septiembre, quiere ser un signo fuerte de esperanza.
Juntos tenemos un sueño para Europa y para le mundo. Una Europa abierta y pacífica, una Europa en la que los más débiles no sean marginados, sino que encuentren respeto, humanidad y amistad. Soñamos una Europa en la que el racismo, el antisemitismo y el antigitanismo no sean tolerados. Soñamos una Europa generosa y magnánima hacia África y el resto del mundo y que se comprometa en favor de los derechos humanos, la paz y la justicia.
Por eso queremos comprometernos por un mundo más pacífico en el que todos, ricos y pobres, extranjeros y autóctonos, jóvenes y ancianos, aprendan el arte de convivir. Nos vamos de Asís con el deseo unánime de vivir el alegre mensaje de esperanza y amor que Francisco vivió y predicó en esta tierra, deseando aprender y amar más, y de hacer que nuestra casa común europea sea más humana. Este es el sueño que queremos transmitir a los jóvenes de nuestras ciudades y países para construir así una nueva cultura de la convivencia.
Asís, 30 de diciembre de 2010 |