El pasado martes 2 de abril la ciudad de Buenos Aires, y el área Metropolitana, sufrieron una devastadora inundación que dejó un saldo de más de 60 muertos (aun quedan desaparecidos). El sector más afectado fue la ciudad de La Plata, capital de la región, cuyas calles en poco tiempo se convirtieron en caudalosos ríos con fuertes correntadas, arrasando a su paso con todo, hasta vehículos y sus ocupantes. En sectores el agua alcanzó entre el metro y medio y los dos metros de altura, niveles que dejaron también cuantiosos daños materiales en viviendas.

Casa inundadas en el barrio Luján de Laferrere

El agua está bajando, pero queda mucho barro y contaminación. 

Impresiona al ver el listado de las personas difuntas que muchas de ellas, algo más de la mitad, son ancianos, la mayoría de más de 70 años y muchos entre los 90 y los 96 años. 

Rápidamente la solidaridad se dio cita en la ciudad. La Comunidad de Sant’Egidio en Buenos Aires ha organizado ayudas en ropa y alimentos para distribuir entre los damnificados que viven en Laferrere, otra de las zonas afectadas por las crecidas del río. Allí también hay evacuados, entre los cuales familias de la escuela de la Paz del barrio Luján. 
 

 A una semana de las inundaciones aun quedan evacuados en las escuelas, lo que representa que los niños no pueden reanudar sus clases. Las familias deben esperar que sus casas, que son muy humildes, algunas de chapa y madera, sequen para poder regresar. 

En la visita al centro de evacuados pudimos encontrar a los amigos que sufrieron las inundaciones y también tejer nuevos lazos de amistad. De hecho Rocío, de 8 años que vive en el barrio Luján, contó a otra niña también afectada por la inundación pero que es del barrio San Juan con tanto entusiasmo de la Escuela de la Paz que ya su mamá quiere abrir las puertas de su casa para albergarnos cuando puedan regresar. 

Después de ir al Centro de Evacuados pudimos recorrer algunas calles de Laferrere y conversar con vecinos que contaron de sus situaciones.  

Muchas de las ayudas que recibimos las seguiremos distribuyendo a las familias cuando regresen a sus casas, ya que será en esos momentos cuando habrá más necesidades.