Ayer se hizo una gran fiesta en Sant'Egidio por los dos nuevos cardenales de Costa de Marfil y de Burkina Faso. El arzobispo de Abiyán, Jean Pierre Kutwa, y el arzobispo de Uagadugú, Philippe Ouedraogo, que participan desde hace años en los congresos de obispos amigos de la Comunidad, presidieron la oración en la basílica de Santa Maria in Trastevere. El cardenal Ouedraogo, en su predicación, recordó la amistad que une a Sant'Egidio con África y que tiene como punto de referencia los pobres y la paz: "Os veo cada año en Uagadugú junto a los presos, los niños de la calle, los ancianos solos: sois para nosotros y para nuestra Iglesia una ayuda para vivir el Evangelio. Y lo demostráis con fuerza también aquí en Roma, con vuestra oración. En este espíritu de servicio a la Iglesia universal y a los pobres quiero vivir el cardenalato al que el papa Francisco me ha llamado”.
Tras la oración, la tarde continuó con un momento de fiesta en la casa de la Comunidad. Al final, el cardenal Kutwa dio las gracias a todos por la larga amistad de estos años: "Con la Comunidad de Sant'Egidio hemos trabajado juntos por la paz en Costa de Marfil: durante la larga crisis que dividió el país, el diálogo con las demás religiones, especialmente con el islam, fue el arma con la que logramos evitar que el conflicto se convirtiera en una guerra de religiones. Juntas nuestras iglesias en África occidental pueden mirar con esperanza hacia un futuro de paz”. |