Jóvenes amigos de los ancianos, niños huérfanos que no quedan solos, prisioneros detenidos injustamente que recuperan la libertad: son solo algunos de los frutos surgidos de la amistad entre la Comunidad de Sant'Egidio y los pobres en Camerún.
Hace años que Sant'Egidio está presente en Camerún, sobre todo en Yaundé y Douala, donde en las últimas semanas se han multiplicado las iniciativas de solidaridad con los más pobres: imágenes de un cambio cultural que nace de la amistad y de la solidaridad que han crecido con el paso de los años de oración y servicio a los pobres.
Con los ancianos de Dkamboutou y Yaundé
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Jóvenes de Sant'Egidio han entregado colchones a los ancianos de Djambotou, ciudad del norte del país, que viven en condiciones de vivienda muy precarias. |
Junto a Alphonse, anciano pobre de Yaundé que con la ayuda de la Comunidad ha podido someterse a una operación de los ojos, recuperando así la vista. |
Con los huérfanos y los ancianos de Douala
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Con los ancianos de New Bell, en la periferia de Douala |
Con los niños del orfanato de St. Jean de Deido |
El trabajo por los pobres ha llegado también a Garoua, en el norte de Camerún, cerca de Maroua, donde hace dos meses fueron secuestrados los dos sacerdotes vicencianos Giampaolo Marta y Gianantonio Allegri y la monja canadiense Gilberte Bussier, liberados hace pocos días.
El pasado 7 de mayo ante las autoridades locales fueron finalmente liberadas ocho personas que estaban todavía detenidas en la cárcel de Garoua a pesar de que habían terminado su condena ya hacía tiempo, porque eran demasiado pobres para pagar la multa asociada a su pena. La Comunidad de Sant'Egidio, gracias a donaciones y colectas, pagó su "deuda" y les devolvió la libertad.
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