Para los estudiantes de instituto y universidad de Kíev se ha convertido en una tradición celebrar el 9 de mayo, aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, con una jornada de fiesta con los ancianos que viven en residencias: es la "Jornada de la solidaridad entre generaciones" que organiza desde hace unos años la Comunidad de Sant'Egidio de Ucrania.
Este año la fiesta ha empezado con un concierto en el que han actuado jóvenes y ancianos; luego han continuado las poesías y los bailes de los niños de las Escuelas de la Paz y los de las casas-familia, financiados con el programa de apadrinamientos de Sant'Egidio. Cada anciano recibió una flor, un dulce y sobre todo amistad y atención. Para los más jóvenes fue un encuentro emocionante, un descubrimiento: "Era precioso mirar a los ojos a los ancianos: les brillaban", "Con los ancianos nos hemos hecho amigos fácilmente, hemos hablado de muchas cosas", "Nos ha emocionado", decían algunos jóvenes. La fiesta continuó en las habitaciones de los ancianos que están en cama y que no pudieron asistir al concierto. De ese modo llegaron los mejores deseos también a las personas más solas.
La Jornada de la solidaridad entre las generaciones terminó con un momento especialmente esperado: todos soltaron unos globos de colores como símbolo de la paz en Ucrania y en todo el mundo, que hoy es el sueño de todos.
La fiesta entre las generaciones es una nueva tradición para Ucrania, un país donde no existe la cultura del encuentro entre generaciones y donde con facilidad se pierden los vínculos con los demás. Es una ocasión para sembrar paz en el corazón de los ancianos, víctimas de la pobreza y la soledad, y en el de los jóvenes, que a veces miran al futuro con preocupación a causa de la guerra.
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