Los días pasados Pakistán se vio asolado por una oleada de calor sin precedentes, especialmente en Karachi y en el sur del país, donde se han producido ya más de 1.200 víctimas, sobre todo ancianos. La Comunidad de Sant'Egidio, que visita regularmente y ayuda a los ancianos más pobres que viven en residencias, ha puesto en marcha en Karachi una red de solidaridad para proteger a los ancianos que viven en situaciones de extrema fragilidad, mediante una colecta de alimentos y bebidas para ayudarles a hacer frente al calor, colecta en la que han participado también muchos amigos musulmanes.
En una residencia de Karachi donde viven unos 30 ancianos, cuatro de ellos han muerto en los últimos meses, mientras que otros seis están en una situación crítica. Por eso la Comunidad ha dado a cada anciano un ventilador alimentado por baterías y productos alimentarios. Algunas familias de la Comunidad también han preparado para ellos el iassi, una bebida refrescante energética a base de yogur.
Son muchos los ancianos que han agradecido con emoción este gesto de amistad que puede ayudarles a superar el calor intenso de estos días, agravado por continuos apagones sobre todo en la residencia, donde una bebida fresca y un ventilador pueden marcar la diferencia.
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