Continúa estos días el congreso de los representantes de las comunidades de Sant'Egidio de África Oriental. De las numerosas intervenciones, emerge el marco de una África que cambia: el continente entra en la globalización que pone en cuestión muchos referentes del pasado y va hacia el individualismo.
En Kampala se quiso dar voz a aquellos sectores de la sociedad que más sufren este proceso: a las mujeres que todavía están marginadas, a los jóvenes, a quien nadie da una perspectiva distinta de la cultura del materialismo y a los ancianos, que viven una soledad y un aislamiento cada vez mayores.
El congreso quiso aunar a Sant'Egidio en el África del Este en un esfuerzo común para fomentar el papel de la mujer en la sociedad, para acompañar a los jóvenes alimentando sus ideales, para proteger a los ancianos, a los débiles y a los pobres.
La respuesta de la Comunidad de Sant'Egidio en África a la globalización quiere ser de misericordia y de esperanza con un corazón más grande.
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