Un premio para quien no construye muros, sino que cree que acoger e integrar es el futuro de Europa. Esa es la decisión del parlamento bávaro, que el 22 de octubre, en Múnich, ha entregado el Bürgerpreis (Premio de la Ciudad), a la Comunidad de Sant'Egidio por su trabajo con los refugiados en aquella región de Alemania donde continúan llegando miles de personas. En la motivación del premio, Barbara Stamm, presidenta del parlamento bávaro, ha insistido en dos aspectos del trabajo de Sant'Egidio con los refugiados: la gratuidad y su duración en el tiempo.
Además de ayudar en la gestión de situaciones de emergencia, como en las últimas semanas, la Comunidad ayuda desde hace años al proceso de integración, tan necesario en la sociedad alemana y en toda Europa. Desde 1989, en las ciudades bávaras de Múnich y Würzburg, así como en otras ciudades de Alemania, Sant'Egidio está al lado de los inmigrantes y los refugiados. Son muchas las iniciativas que han llevado a cabo en esa dirección, empezando por la enseñanza del idioma alemán, fundamental para la integración: en más de 25 años, unos 10.000 extranjeros han asistido a la escuela de lengua y cultura alemana, adquiriendo así uno de los requisitos indispensables –según la ley vigente alemana– para obtener la nacionalidad. Otras iniciativas que se llevan a cabo en varias ciudades alemanas también cuentan con una amplia participación. Una de esas iniciativas es la oración "Morir de esperanza" en recuerdo de los inmigrantes que han perdido la vida intentando llegar a Europa. También son muchos los inmigrantes –entre los que también hay refugiados– que llevan a cabo una valiosa actividad de voluntariado junto a la Comunidad, signo de plena inserción en la sociedad alemana.
Con el paso de los años ha crecido también la presencia del movimiento "Gente de Paz", formado por "nuevos europeos" de varios países y religiones, que impulsan iniciativas culturales, manifestaciones por la paz y que proponen un modelo concreto de convivencia. En una sociedad, como la alemana, que recientemente ha mostrado –a pesar de las numerosas dificultades– un rostro acogedor y abierto de Europa, el premio del Parlamento bávaro a Sant'Egidio es una invitación a no construir muros sino a reforzar el compromiso de aquellos que creen en la integración como un trabajo continuo.
Revista de prensa: BR SAT1
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